
RECURSOS HUMANOS
Informática, informática, siempre la asquerosa informática. Eso es lo que me pierde y el inglés también. Me ha pillado tarde, no te fastidia. Seguro que este tío que está sentado enfrente tiene título de inglés, de informática y de lo que haga falta. Se le nota en la cara, joven sobradamente preparado. Si ya me lo decía Maribel. Lo del título te va a fastidiar. Bueno, tranquilo. ¿Pero por qué me sudan las manos? La edad es importante, ya lo sé, pero el anuncio no decía nada de eso. ¡Maldita sea la dichosa edad! Todos son más jóvenes. Aquel de allá parece ya madurito pero no tiene canas, claro que puede que se tiña el pelo. Y la jovencita de la esquina con esa cara de muñeca pintarrajeada, ya ves, seguro que se lo tiene creído. Sopla, respira, tranquilo, no pasa nada, has venido a por todas y ya está. ¿No era esta una empresa moderna? Pues los muebles son del año de la pera, la verdad. Será la crisis. Le llaman depresión económica. Bah, todo mentiras, como en la tele. ¡Qué asco de tele!. Malas noticias y nada más. Y Maribel, en casa, pensando que voy a meter la pata. No lo dice pero piensa que soy un fracasado. Pero no, esta vez no. De aquí salgo colocado o me mato, como el pobre Juan, quién lo iba a decir. ¿Por qué lo hizo si tenía trabajo y todo le iba bien? ¡Qué mal rollo! Otra vez las manos, no lo puedo controlar. ¡Vaya, ya entra la muñeca! ¡Y cómo se mueve! Esta, como la Sofía, que no sabe nada y gana una pasta. Una sonrisita, un movimiento sexy y ya está. Y encima va y me dice: “Lo siento, hemos decidido recortar la plantilla y te ha tocado. Puedes prejubilarte” ¡Víbora! Recursos humanos le llaman a eso, qué risa. Después de veinte años en la empresa vienen los recursos humanos a dar lecciones. Cualquier nindungui con buena presencia vale más que los esfuerzos de un empleado decente. Si es que no hay derecho. Así va el país, recursos humanos y paro. Claro que si me hubiese apuntado al maldito curso de informática, no sé. Control C y control V. Eso sí lo sé y ya está. Pero es que el inglés tampoco es lo mío. Tres cursillos intensivos y cuando fui a Londres no me enteré de nada. Y aquel que lee el periódico no ha levantado la cabeza en todo el rato, ya ves, el intelectual. ¿Qué creará que va a encontrar? Periódicos, teles, radios, qué asco. Mentiras, tonterías y malas noticias. Habrá que ver al desgraciado del entrevistador. ¿Recursos humanos también? Que me conozco el percal. Maribel de eso no sabe nada. Que te pongas presentable, que no tomes café en el desayuno, que si quieres un valium. ¡Por favor, un valium! Cincuenta son cincuenta, que ya no son ni treinta ni cuarenta. Recursos humanos para reclutar esclavos y deshacerse de los viejos que cobran mucho y molestan. Necesitamos gente joven, sabe, están más preparados. Preparados para ser esclavos. Como mis padres, en sus tiempos. Pero ahora todo iba mejor, eso decían. Casita adosada con la cruz de la hipoteca a cuestas. Un sueño imposible, un sin vivir. Que ya no se puede. Que ni hablar del coche nuevo, Maribel. Mira, ya sale la muñequita. ¡Qué cara de felicidad! Si es que ya está decidido. Si es que ya me puedo largar. Ridículo, eso, hacer el ridículo. “Señor Sánchez, por favor”.Que ya me toca. ¿Pero qué hago con las manos? Me sudan, me sudan. Vamos al matadero. ¡Venga ya, doy la vuelta y listo! ” ¿Señor Sánchez, va a entrar o no?”.” Disculpe, estaba despistado, ya voy”.
1 comentari:
Muy visual como la vida misma.
;-(
Alverd
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